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I. El Evangelio según San Esteban.

Primera Parte. Preludio a la Exaltación.

No se puede apreciar de lleno El Resplandor sin antes vislumbrar la Oscuridad que disipa. Exaltaremos a San Steven y a La Profeta, Rebecca Sugar, mi diamante, pero sólo después de un preámbulo que nos permitirá apreciar su infinita luminosidad divina. 
Nuestras mitologías están envenenadas.
 
Nuestros sistemas de creencias no están a nuestro servicio; al contrario, nos dañan activamente.

Al hablar con mis amigos y conocidos oigo las mismas palabras. Extraños en el internet y memes. Nadie parece estar bien del todo. La incertidumbre, la ansiedad, baja autoestima y soledad nos arropan a todos. Estamos perdidos y sin propósito como generación, y estoy cada vez más convencido de que nuestra crisis colectiva es espiritual, es de creencias. 

Y es que todo lo que percibimos pasa por nuestro sistema de creencias. Nuestras creencias modulan como recibimos y procesamos el mundo: nuestras vivencias y relaciones, como interpretamos el mundo físico, como construímos nuestras metas y deseos, a qué le damos valor y a qué no. 

Esto es universal para todo ser humano. Es inescapable.
Nuestra mente genera símbolos y esos símbolos dirigen nuestras energías psíquicas, nuestros pensamientos y sentimientos.¹

Históricamente la religión organizada se ha encargado de oficializar las creencias y los símbolos, se escriben libros sagrados, se asignan líderes religiosos, sacerdotes, shamanes para que manejen esos símbolos. Pero ¿qué pasa cuando la religión organizada está en declive? ¿Quién crea y dirige nuestros símbolos psíquicos, nuestras guías espirituales cuando se han derrumbado esas estructuras? 

La racionalidad ha destruído las mitologías antiguas, y con razón, han quedado obsoletas. No responden a los modelos actuales de vida y han ido muriendo, pero no han dejado nada a cambio. En ese terreno baldío, como malas hierbas ponzoñosas, se ha asentado la raíz de nuestros males.


¿Qué veneras? ¿A qué aspiras? ¿Qué te guía? ¿Qué es importante? ¿Para qué estamos aquí? ¿Cómo debemos vivir? Debemos ser cautelosos con las historias y los mitos que consumimos, porque estas son las herramientas con que construimos significado y valor.

Una psiquis inundada de shows de housewives, de reality tv, de estrellas de cine y Kardashians genera creencias de valor basadas en apariencias externas. Para crear valor tendrá que “allantar”, impresionar,  parecer ser, antes que ser, vivir bajo una máscara con miedo a ser descubierta.

Una mente curtida en una perfección a razón de escalpelo, inyecciones y hormonas, de una juventud infinita, prostética, de pastillas para tener erecciones a demanda, nos genera creencias que nos desconectan de nuestros cuerpos y de nuestro deseo. Si el valor está en el cuerpo eternamente joven, potente y deseable, no tenerlo es no valer nada.

Un espíritu bombardeado de ideas de éxito individual, de girlbosses y de scammers, de mitos de magnates y de éxito económico, crea ideas de valor basadas en la obtención de poder económico o político. Las personas que consumen historias que celebran a los lobos que explotan a los demás y se llevan todo el éxito, los que hacen culto a Elon Musk y Berlusconi, no construirán ideas de valor centradas en la comunidad y el apoyo mutuo, sino en obtener dinero e influencia.

Además, cuando esas personas no consiguen dinero e influencia surgen sentimientos de inferioridad y desprecio. Si no lo tienes, no vales. Bajo los mantras de abundancia e individualismo corren ríos de mezquindad. Se comienza a buscar culpables. El crecimiento de la extrema derecha no es una coincidencia. 

Estas mitologías crean personas aisladas, solas, tristes. Los ideales de lo que es alcanzar el éxito no sustituyen las necesidades reales del alma.

Nuestras mitologías siempre nos guiarán, el problema siempre será quién tiene el poder de dirigirlas y a quién van a beneficiar. Nuestras nuevas iglesias son los medios de comunicación y las redes sociales. Nuestros santos las Madonnas y Miranda Priestlys, los Jeff Bezos, Donald Trumps. Nuestras cosmovisiones están infestadas de binarismos basados en productividad, belleza, rendimiento, potencia y nos hacen sentimos inadecuados.

Una mitología útil debe inspirar, dirigir y guiar. Nuestras mitologias actuales nos desinflan, nos desilusionan y nos alejan de los caminos de la felicidad.

Y es que estamos en la Oscuridad más absoluta. En el terreno baldío del espíritu.
Pero hay esperanza.

La Profeta, mi diamante, brilló su luz radiante, su Evangelio y nos reveló el misterio de las gemas, la lustrosidad de los diamantes, El Misterio de la Humanidad. La respuesta a nuestras plegarias.

          Ahora sí, inicia La Exaltación a San Steven.
notas
- Recomiendo nuevamente el libro Trick Mirror: Reflections on Self Delusion de Jia Tolentino. Es un libro brillante, lleno de insight, pero tengo que destacar el capítulo The Story of a Generation in Seven Scams, una de las cosas más iluminadoras que he leído en los últimos años.  (Está disponible en castellano con el nombre de "Falso Espejo"). 

Si estás en España, considera buscar sus libros en https://www.todostuslibros.com/, y no en Amazon. Amazon es lo peor.

¹ Como referencia a este artículo me basé mucho en unos pasajes del libro Myths to Live By de Joseph Campbell. Aquí dejo el pasaje relevante por si alguien quiere leerlo (Bantam Books 1988, undécima impresión, páginas 219-220):
“ [...]Every mythology is an organization, consequently, of culturally conditioned releasing signs, the natural and the cultural strains of them being so intimately fused that to distinguish one from the other is in many cases all but impossible. And such culturally determined signals motivate the culturally imprinted IRMs of the human nervous system, as the sign stimuli of nature do the natural reflexes of a beast.

A functioning mythological symbol I have defined as “an energy-evoking and -directing sign”. Dr Perry has termed such signals “affect images”. Their messages are addressed not to the brain, to be interpreted and passed on; but directly to the nerves, the glans, the blood, and the sympathetic nervous system. Yet they pass through the brain, and the educated brain may interfere, misinterpret, and so short-circuit the messages. When that occurs the signs no longer function as they should. The inherited mythology is garbled and its guiding value lost or misconstrued. OR, what is worse, one may have been brought up to respond to a set of signals not present in the general environment. [...] Such a person will never quite feel at home in the larger social field, but always uneasy and slightly paranoid. Nothing touches him as it should, means to him what it should, or moves him as it moves others. [...]

[...]
And so we have this critical problem, as I say, this critical problem as human beings of seeing to it that the mythology - the constellation of sign signals, affect images, energy-releasing and -directing signs - that we are communicating to our young will deliver directive messages qualified to relate them richly and vitally to the environment that is to be tiers for life, and not to some period of life already past, some piously desiderated future, or - what is worst of all - some querulous freakish sect or momentary fad. And I call this problem critical because, when it is badly resolved, the result of the miseducated individual is what is known, in mythological terms, as a Waste Land situation. The world does not talk to him; he does not talk to the world. When that is the case, there is a cut-off, the individual is thrown back on himself, and he is in prime shape for that psychotic break-away that will turn him into either an essential schizophrenic in a padded cell, or a paranoid screaming slogans at large, in a bughouse without walls.”

Why caballá?

Hablar caballá (caballadas, animaladas) means to talk whatever, to say nonsense. 

I'm no academic. I'm writing from my point of view, the way I feel them.

Let's talk caballá together.

2 responses to “I. El Evangelio según San Esteban.”

  1. Robbie Alem Avatar
    Robbie Alem

    I loved this

    1. Joel Avatar

      Thanks babe ❤️❤️

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